"¡Qué pasada! No he pegado ojo en toda la noche. Menuda tormenta, vaya truenos..." Afrodita quejándose para variar... El caso es que yo no he escuchado nada... He dormido como un bebé, además creo que no ha llovido... "¡No me puedo creer que ese estruendo fueran tus ronquidos! ¡Qué animalada! Adonis debieras dejar de fumar..."
¡¡Pero si yo no fumo!! Hombre, ronco fuertecillo... pero tampoco es para tanto hombre... Y sigue la pesada: "¡A mí me temblaban las paredes de la habitación!" "Mira, he leído un remedio casero para evitar los ronquidos: mezclar un vaso aceite de oliva y 50 grs de ruda. Dejarlo macerar dos semanas. Pasado ese tiempo, colar y guardar en un recipiente oscuro. Luego lo aplicas antes de dormir sobre las aletas de la nariz, el cuello y la nuca".
¿Eins??? ¿Tu estás fumada o qué??? Ponerme a macerar aceite en la nariz... Anda, anda.. Además ruda... ¡Ruda tú! Será borde la tía...
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