“¿Adonis, tu qué tipo de cuerpo dirías que tienes? ¿Ectomorfo, mesomorfo o endomorfo?”
¿Eins?? ¿Perdona?? Afrodita, ¿qué pasa? ¡Anda! ¿Ahora estás yendo a clases de rumano o qué?
“Eres un merluzo, chico, que no estoy hablando ningún idioma extranjero… A ver, que si tú cuando te miras al espejo te ves el cuerpo con forma de boya así redondito, cuadrado como un televisor o alargadito como un espárrago…”
¡Ostras! ¿Qué clase de pregunta es ésa? Pero esta hermana mía le pasa algo, últimamente está muy rara… ¡Umm...! Esta pregunta seguro que tiene trampa… ¿qué se supone que tengo que responder? ¡Ja! Esta quiere sacarme algo, y me lo pregunta en clave para que pique y caiga en la trampa…
“No, hombre, es que tengo que estudiarte, para ver la estrategia que voy a seguir contigo, porque también hay que ver la dieta que tienes que seguir, los ejercicios más adecuados a tu cuerpo y estilo de vida… ¡Voy a hacer de ti un Bustamante!”
Mira, maja, que no quiero estudiar nada y menos que me estudies tu a mí... y no quiero que me hagan ningún busto... Mira aquí viene mi sobrino, qué majo... “Hola, tío, oye ¿por qué tienes la barriga tan gorda? ¿tienes un niño ahí dentro o qué?...” Es digno hijo de su madre, de tal espárrago, digo de tal palo, tal astilla…
