Hoy estoy fácil.
Mi hermana Afrodita me va a poner una mascarilla de arcilla verde en la cara
para mejorar el aspecto de mi piel. Y me he dejado, sí. Sin discutir. Hoy estoy
de buen rollito.
Me da la
chapa sobre la arcilla verde y sus propiedades (estimula la circulación, limpia
en profundidad, mejora la elasticidad…) mientras pone en un bol de madera
arcilla verde en polvo (la puedes encontrar en cualquier herbolario… sí, maja,
ahora salgo corriendo a comprarla…) y agua. Me extiende la plasta por la cara y
me dice que me vaya a tumbar entre 15 y 30 minutos.
Cuando
salgo del baño con la mascarilla puesta me tropiezo con mi sobrino: “Alaaa!
Tíooo! ¿Por qué te has pintado la cara de verde? ¡Qué guaaay! Pareces el
Gormiti de la Naturaleza,
yo también quierooo…” ¿Gormiti? ¿De la naturaleza? No sé quién es el tipo ese,
pero me mosquea… Detrás viene mi sobrina: “Tío Adoniz ¿de qué te haz
dizfrazado?” A ver, bonita, como te lo explico… o mejor, que te lo explique tu
madre, vete con ella que te lo cuente…
Pasado el
tiempo convenido, me lavo la cara con agua templada y me pongo la crema
hidratante que me ha dicho Afrodita. Ahora voy donde mi sobrina a ver qué tal,
los niños no mienten, me dirá la verdad… ¿me ves más guapo que antes?
2 comentarios:
ya te digo....¿yo que tengo muchos granos que tipo de mascarilla necesitaría?
Precisamente la de arcilla verde es muy buena para pieles grasas por su algo poder astringente.
Un saludo de parte de Afrodita
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