Mi padre es calvo. Muy calvo. Calvísimo. Como una bola de billar. Yo he tenido más suerte, he debido salir a madre (a su familia, quiero decir), porque tengo un poco de entradas nada más, aunque no sé yo si con el tiempo y una caña…
Voy a preguntarle a Afrodita, que ésta controla, qué piensa
ella, si me quedaré calvo del todo, aunque no tiene pinta, ¿tu qué opinas?
“Hijo, no sé… esto de la calvicie no es una ciencia exacta, yo no te puedo
decir cuántos pelos se te van a caer…” Oye, pero igual hay alguna loción que
ayuda al pelo a crecer, yo sé que un amigo mío toma vitaminas… ¿Hay algún
remedio de verdad de la buena para la calvicie? “Hombre, de verdad de la buena,
ponerte una boina, pero ahora en verano no te lo recomiendo…”
“Ahora en serio, siento decepcionarte, hermanito, pero hoy
en día no hay nada de nada que sirva realmente… ningún champú, ninguna loción,
ninguna poción mágica… lo único que se puede hacer realmente es un injerto de
pelo… Te cogen pelos del cogote y te los ponen en la calva”
¿Cómorrrr??? ¿Te los arrancan o qué??? Eso tiene que doler
un montón… “No, hombre, te ponen anestesia local, y entones con un bisturí…”
Calla, calla, que me estoy mareando… otro día me lo cuentas...