“Tío Adoniz, ¿tienez el
pie malito? ¿Te pongo crema del culito?” Mi sobrina está en todo, es más maja…
¿qué dices bonita? ¡Ahí va! Pues tiene razón la cría, tengo los talones llenos
de grietas... Espera que viene su madre… “Chico, deberías cuidarte más los pies
¿por qué no te das con piedra pómez??"
No sé de qué me hablas:
conozco la piedra Pérez, la piedra Gómez... pero la Pómez no.. ¿Los Pómez qué
familia son? “Qué burro eres!! La piedra pómez es piedra volcánica, sirve para
frotarte las durezas de los pies, te quedarían más suaves…” El caso es que yo
estuve de vacaciones hace varios años en Lanzarote y no recuerdo a nadie
frotándose los pies con piedras del Timanfaya… (lo pienso, pero no me atrevo a
decir nada, claro, me da miedito…)
Mira, hijo, cuando salgas
de la ducha, que la piel esté blandita, te frotas bien la planta de los pies y
las durezas con la piedra pómez. Después te das una buena crema, si puede ser
especial para talones. Y ya, si quieres hacerlo bien del todo, te pones unos
calcetines de algodón (esto es "super-importante", seguro, de interés
nacional) y te metes a la cama con ellos. Así la crema se absorbe durante la
noche.
¿Calcetines en agosto?
Estás majara...